No llueve: ¿Y si se acabase el agua?

Javier Vegas

Javier Vegas

La peor sequía de los últimos veinte años está dejando las reservas en mínimos. ¿Nos podríamos quedar sin agua?

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España está sufriendo la mayor sequía de los últimos 20 años. La escasez de lluvias que arrastramos desde el pasado invierno, preocupa especialmente por la situación de los embalses, que ya están por debajo del 40 por cierto de capacidad.

Por poner un ejemplo, la mayor parte de Madrid consume agua de la cuenca del río Lozoya y actualmente está por debajo de la mitad de capacidad. ¿Qué pasaría si la sequía continúa y se acaba el agua?

La Tierra es un planeta que está compuesto en su mayoría por agua, y es la manera en que los seres vivos podemos sobrevivir. Aunque parezca irónico que en un planeta que es 70% de agua haya escasez, la realidad es que el agua dulce en la Tierra representa sólo el 3% del suministro. Y menos de un 1% es de libre acceso.

Actualmente, y según indica Naciones Unidas, existe en el mundo una «crisis de agua«, principalmente por la escasez de agua limpia. De hecho, millones de personas mueren cada año a causa de beber en una fuente insalubre.

El agua dulce en la Tierra representa sólo el 3% del suministro de agua.

El agua es el recurso natural más importante de la humanidad, y el aumento de la población en el mundo o la falta de lluvias está directamente relacionado con esta crisis de recursos hídricos. Esta falta de precipitaciones es lo que preocupa en España.

El embalse de Pinilla es el más alto de la cuenca de Lozoya y pese a que su capacidad es de 38 hectómetros, actualmente las reservas están en 18 hectómetros. Solo en un año el nivel ha caído más de un 20 por ciento por la sequía.

La mayor parte de los recursos hídricos de esta cuenca se emplean para el consumo humano, una situación que se repite a lo largo de toda España. Si cada vez hay más población que consume recursos y menos lluvias podrían empezar las restricciones de forma generalizada.

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Todas las comunidades autónomas tienen actualmente unos embalses por debajo de la media de la última década, especialmente en Castilla-La Mancha, donde las reservas están al 18,4%; o en La Rioja, que cuenta con el registro más bajo de la Península, con el 16%.

Los lugareños afirman que nunca habían visto las reservas de lluvia tan bajas y miran al cielo con preocupación a la espera de que la lluvia vuelva a hacer acto de presencia. De momento, no se ven a corto plazo precipitaciones generalizadas que puedan revertir una situación que ya es alarmante.

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